domingo, marzo 15, 2009
RENACER
Transcurrido mucho tiempo desde que no escribo, ha llegado el momento en ver renacer CONTEMPORANEA. Ha todos los que han leido y comentado mis temas, les agradezco su deferencia y les invito a proseguir con los comentarios en la medida de sus intereses e inquietudes sobre lo que plantearé en una próxima ocasión.
lunes, junio 12, 2006
CUANDO HABLA...MI CUERPO
Cuando ya no existe deseo de estar con su pareja es necesario construir espacios de intimidad, comentaba un sicólogo amigo, refiriéndose a una de las principales disfunciones sexuales femeninas, cuyas causas son complejas y no es mi afán analizarlas en este artículo. Por el contrario, y producto de conversaciones sostenidas con algunas amigas , concuerdan en que hay hombres que tan sólo con verlos despiertan " mis más bajos instintos", dice Colomba; " de solo saber que lo veré, mi cuerpo se dispone" acota Helena, mientras que Maribel va más allá ... " sé lo que me espera" refiriéndose a los encuentros ocasionales que tiene con ese hombre que tan sólo con escucharlo, su corazón se acelera, como marcando el ritmo de esa ardiente cita, donde no existen límites para el placer. Ahondamos más en este candente tema y consultamos ¿qué tiene ese hombre, que no tenga tu marido, pareja( según sea el caso)? ¿por qué tu cuerpo tiembla cuando él está a tu lado? ¿por qué tu mirada de mujer fuerte y segura es vulnerable frente a sus ojos? ¡ en fin! podríamos seguir con las interrogantes pero ello nos llevaría a dilatar más el tema, donde el fuerte es el deseo común de las mujeres frente al hombre que despierta las más variadas fantasías.
Existe una predisposición especial y cautivadora de mis congéneres a la hora de encontrarse con ellos, desde el colgar sus prendas de uso cotidiano para elegir cuidadosamente esos encajes que - sin duda- darán un sugerente toque sensual a ese cuerpo dispuesto a sentir, a gozarlo todo, porque conocen la conducta sexual, se han compenetrado con la virilidad de ese macho que con voz cautivadora susurra ideas, labios calientes que inician un zigzagueante juego , manos firmes, que con delicadeza dibujan el contorno de ese cuerpo tembloroso. El sólo mirarlo me hace desearlo, más aún... cuando siento su cercanía, su cuerpo abrazándome , su respiración agitada, sé que esta cercano a mí su sexo ... el esperado momento llegará, no sin antes sentir la suavidad de esas manos ardientes que, cautelosamente, han explorado mi ser, comentaba emocionada Helena, al evocar uno de los momentos mágicos vividos junto al hombre, capaz de despertar en ella los deseos más lujuriosos que toda mujer lleva dentro, sólo que algunas se atreven a reconocerlo, mientras otras, guardan sigilosamente, con nostalgia, las ganas de gritar... pero deben callar.
R & D
miércoles, abril 26, 2006
HUELLAS... EN MI SER
¡ A quién no le agrada sentir una caricia! un susurro en tus oídos, palabras de aliento, cuando no se está bien, y en este plano emotivo las mujeres somos tremendamente suceptibles a las emociones, a vivir y exteriorizar los sentimientos, sin desconocer, por cierto, que los hombres también- y a su manera- manifiestan sus afectos. Como madres y desde que nuestros hijos son pequeños , disfrutamos cuando ellos deslizan suavemente sus manos por nuestra rostro, nos regozijamos en ese sentir y más allá de las enseñanzas propias que siempre le estamos entregando, nos estremecemos con esas demostraciones de afecto que las palabras, gestos o caricias son capaces de hacernos sucumbir ante la problemática- que por las circunstancias del diario vivir- existen. Ante lo descrito no es mucho más lo que se pueda expresar, porque creo, hay consenso en que es así como sentimos las mujeres y en este caso, quienes somos madres. ¡ nada nuevo! dirán ustedes...
En el ámbito de la hembra, propiamente tal, las caricias adquieren otros ribetes cuando ellas provienen del hombre: el marido, la pareja o... el amante ¡ hombres de voz ronca y manos firmes! manos fuertes, temblorosas- a veces- ardientes... también, sigilosas al esbozar el cuerpo de la hembra expectante , cual obra de arte que anhela que su cuerpo sea esculpido, tallado a mano, como dicen mis amigas; todas se estremecen al menor esbozo de las manos del hombre que aguarda recorrer cada parte de su ser, pero hay una de ellas- Mabel- que atesora en su silencio toda la magia , asombro y placer de la delicadeza que imprime en sus caricias el hombre que se adueño no sólo de su cuerpo, sino de su alma, porque percibe en ella más que a la hembra a la persona que, si bien es cierto, anhela y pide a gritos ser poseída sucumbe al éxtasis de esas manos vigorosas que , en un silencio compartido ,sólo es interrumpido por un profundo respiro de gozo, donde la penetración estuvo ausente porque la existencia de esas caricias pudieron-por esta vez- dar el beneplácito a un acto de amor y entrega donde los sentidos fueron el baluarte que coronaron el deslizamiento de esas manos firmes, que todo lo pueden cuando de fuerza se trata, sólo que esta vez no existió tal fortaleza, sino la complicidad para componer juntos una pieza musical inédita , que será atesorada ,sigilosamente ,en la historia pasional que ambos han construído-
P.S. Este post esta basado en la experiencia personal de una mujer que abriga en sí,. la magia de esas manos que un dia moldearon su cuerpo ... sintiendo su alma.
VUELO...DE ALTO RIESGO
Las mujeres, en general, son muy sensibles en el tema de los afectos y como tal, es muy fácil dañar sus sentimientos y /o emociones; actitudes que para otros pueden ser cotidianas, para nosotras , tienen un particular significado. De allí ,que no podemos caer en calificaciones banales al juzgar comportamientos individuales.
Este post surge de los comentarios sobre los amantes, refiriéndome, por ahora, a las féminas con el respeto que cada una de mis congéneres infunde. Me salta la duda... ¿existen mujeres de primer y segundo lugar? ¿mujeres que recogen los restos?
¿damas que dan la cara ante la sociedad, mientras las otras se esconden en el anonimato? ¡ en fin! Podríamos seguir formulando interrogantes, pero debo centrarme en el interés que despertó en mí la condición de desigualdad o menoscabo que despierta en la sociedad la amante, mujer también, que siente y percibe el segundo lugar al cual ha sido relegada, postergada para muchas ocasiones( Navidad, Año Nuevo, Cumpleaños, etc), mujer pecadora- para muchos-; mujer consecuente al amar a su amante, tenaz, perseverante en su sentir que no saca cuentas de lo que da ni de lo que va a recibir ante desenlaces fatales del que, tal vez, pudo ser su esposo, la única cuenta con saldo positivo es la de haber abierto su corazón, encontrando un alma gemela- y aunque casado es- busca el refugio para ser acogido y aceptado como es, en un nido que no es el propio, no reconocido como su hogar, pero pleno cuando a la hora de estrecharse los brazos se extienden para recibirlo, sin preguntas, sin cuestionamientos, sin la problemática del diario vivir, ahí está, dispuesta siempre esa que llaman “la otra”.
No es mi afán potenciar ni fomentar las relaciones ilícitas, pero, es sabido que con el transcurso del tiempo y las problemáticas inherentes a un hogar, la relación entre los cónyuges se puede ir deteriorando, más aún, si se carece de una buena comunicación para enfrentar a tiempo los escollos del camino, si a esto agregamos una merma en la intimidad de la pareja o un desinterés por la vida sexual en conjunto, ambos estarán expuestos a mirar más allá... a caer en tentación, a regocijarse en los brazos de esa mujer, que sin haber firmado papeles o juramentar un compromiso, despliega sus alas para iniciar un vuelo de alto riesgo.
sábado, abril 01, 2006
FUEGOS CRUZADOS
ESTE POST EMERGE DE LA CURIOSIDAD FEMENINA DE QUERER DEVELAR LOS MISTERIOS Y PASIONES DE ESCRITOS CANDENTES, ESPECIALMENTE DE SU AUTOR, QUE COMO TAL, NOS CONDUCE SIGILOSAMENTE A EXPERIMENTAR SENSACIONES DIVERSAS.
Escribe magnánimamente y, cuál resaca del mar deja huellas profundas ¡aquí!... en la tierra; ¡en nosotras! las mujeres que, a diario nos sumergimos en textos plagados de sensualidad remeciendo nuestros cuerpos y haciendo volar nuestra imaginación. Sus escritos desbordan la sensibilidad del ser humano; la energía, del hombre y la pasión del amante que -tal vez- y en más de una ocasión, las féminas quisiéramos tener, sin desconocer -por cierto- la importancia de nuestras parejas.
Como mujer, en más de una ocasión me he sentido atrapada por la fogocidad de sus post y al leer y releer los comentarios, ratifico que sus textos no pasan inadvertidos, es más, despiertan un encantamiento y un atisbo de nostalgia por querer conocer a este hombre que, en el silencio de su habitación y con sus vivencias en la piel, desliza raudamente sus manos en el teclado -sin contemplaciones- dando rienda suelta a sus emociones: acorraladas en su cuerpo y como pájaros queriendo escapar con las grandes alas de un lindo recuerdo.
La curiosidad femenina y, por qué no decirlo, la sensibilidad periodistica me induce a escudriñar, a través de sus opiniones, quién está detrás de esa sugestiva frase. " QUIERO PERDERME EN TU MIRADA". Lo conocemos como EXPLORACIONES (http://inhinotep.blogspot.com) y concordamos en sus dotes de poeta y sensualidad para escribir, pero ello no me basta, quiero que sean USTEDES, mis congéneres las que den su testimonio u opinión de este blogero capaz de inspirar otros post y mantener asiduas lectoras que cruzan no sólo las fronteras, sino, las edades al momento de vibrar, porque al fin y al cabo ¡somos mujeres! y- como tal- abiertas a sentir y dispuestas- siempre- para amar.
martes, febrero 28, 2006
ESPERANDO EN EL ANDEN
EN LINEAS GENERALES SE PLANTEA LA PROBLEMATICA DE LA MUJER SOLTERA, QUE POR CIRCUNSTANCIAS DE LA VIDA, ESTA SOLA, NO DESCONOCIENDOSE QUE TAMBIEN, LOS HOMBRES SON AFECTADOS POR ESTE ESTADO, SEA POR ELECCION U OTRAS RAZONES QUE SOLO ELLOS(AS) CONOCEN. EL TEMA PUEDE SER ANALIZADO DESDE PERPECTIVAS DIFERENTES. EN ESTA OCASION, SE ESBOZAN IDEAS GENERALES CON EL MAYOR RESPETO HACIA MIS AMIGAS Y A QUIENES SE SIENTAN INTERPRETADOS.
Cecilia es una de las tantas pasajeras que no pudo embarcarse o como, despectivamente, se indica “La dejo el tren”, cuarentonas, cincuentonas... da lo mismo, mujeres al fin que han hecho de su soledad el cómplice permanente de su nostalgia. Feminas que por diversas circunstancias o tal vez porque era su destino, como se argumenta livianamente, hoy carecen de una pareja. ¡Cómo quisiera tener un compañero para salir!, para compartir una rica cena, una caminata, una tarde de compras, alguien con quien hablar, de quien despedirse con un buenas noches y que más decir con ¡un buenos días mi amor! sollozaba mi amiga, dando señales de una conformidad que la acompaña para no caer en el abismo porque ¡debo seguir viviendo! exclama con altivez sin ocultar, su rostro, la tristeza que la embarga.
Mujeres -profesionales- con un pasado, que quisieron construir una familia, hacer historia más allá de los estudios que tienen, los magister y viajes por el mundo, sienten la necesidad de amar, de volcar ese cúmulo de emociones y sentimientos en un hijo, en un hombre capaz de entender y disfrutar los matices del amor. Solteronas, despectivamente, se les dice desconociendo que el peso de ese estado ha tenido un enorme costo, sobre todo, para quienes no eligieron esa opción.
Anhelan sentir los pasos de ese alguien, que desnuden sus cuerpos, susurren en sus oídos y desgarren sus encajes íntimos con manos presurosas en busca de una pasión desenfrenada, ¡para qué hablar de un orgasmo! a muchas de ellas -en conversaciones sostenidas- se les ilumina el rostro sólo con saber que pueden despertar pasiones, que están preparadas para amar y, que dentro de sí, hay un cúmulo de energías que quieren vaciar, sin límites, en un hombre abierto a los encantos y frenesí de una mujer que sueña en convertirse en hembra, porque en el fondo de su ser y, en el recuento de su pasado, hay un capítulo inconcluso que quieren sellar. Imaginariamente esbozan el escenario del placer, como la actriz que entrara en escena escoge sus mejores atuendos, elige cautelosamente los encajes que moldearán su delicada y frágil figura, sus manos se esmeran preparando delicados bocados para degustar y unas velas aromáticas aguardan el calor de ese fuego intenso que emanará cuando llegue el actor. La función -en términos de espectáculos- debe comenzar, sólo que el público por esta vez, no existe. Mujer y hombre, macho y hembra se entregarán a los encantos de deslizar sus manos, mientras sus lenguas, como desgarradas, juguetean en el entorno de labios calientes y carnosos, presurosos también, de esparcirse por senderos que los llevarán a un sexo húmedo ansioso, abierto y dispuesto. El silencio inunda el espacio, las miradas se cruzan, los brazos se extienden, respiraciones agitadas colman el lugar, y quejidos de éxtasis develan la intimidad de una pasión desbordada, donde sólo hay cabida para dos.
Cecilia es una de las tantas pasajeras que no pudo embarcarse o como, despectivamente, se indica “La dejo el tren”, cuarentonas, cincuentonas... da lo mismo, mujeres al fin que han hecho de su soledad el cómplice permanente de su nostalgia. Feminas que por diversas circunstancias o tal vez porque era su destino, como se argumenta livianamente, hoy carecen de una pareja. ¡Cómo quisiera tener un compañero para salir!, para compartir una rica cena, una caminata, una tarde de compras, alguien con quien hablar, de quien despedirse con un buenas noches y que más decir con ¡un buenos días mi amor! sollozaba mi amiga, dando señales de una conformidad que la acompaña para no caer en el abismo porque ¡debo seguir viviendo! exclama con altivez sin ocultar, su rostro, la tristeza que la embarga.
Mujeres -profesionales- con un pasado, que quisieron construir una familia, hacer historia más allá de los estudios que tienen, los magister y viajes por el mundo, sienten la necesidad de amar, de volcar ese cúmulo de emociones y sentimientos en un hijo, en un hombre capaz de entender y disfrutar los matices del amor. Solteronas, despectivamente, se les dice desconociendo que el peso de ese estado ha tenido un enorme costo, sobre todo, para quienes no eligieron esa opción.
Anhelan sentir los pasos de ese alguien, que desnuden sus cuerpos, susurren en sus oídos y desgarren sus encajes íntimos con manos presurosas en busca de una pasión desenfrenada, ¡para qué hablar de un orgasmo! a muchas de ellas -en conversaciones sostenidas- se les ilumina el rostro sólo con saber que pueden despertar pasiones, que están preparadas para amar y, que dentro de sí, hay un cúmulo de energías que quieren vaciar, sin límites, en un hombre abierto a los encantos y frenesí de una mujer que sueña en convertirse en hembra, porque en el fondo de su ser y, en el recuento de su pasado, hay un capítulo inconcluso que quieren sellar. Imaginariamente esbozan el escenario del placer, como la actriz que entrara en escena escoge sus mejores atuendos, elige cautelosamente los encajes que moldearán su delicada y frágil figura, sus manos se esmeran preparando delicados bocados para degustar y unas velas aromáticas aguardan el calor de ese fuego intenso que emanará cuando llegue el actor. La función -en términos de espectáculos- debe comenzar, sólo que el público por esta vez, no existe. Mujer y hombre, macho y hembra se entregarán a los encantos de deslizar sus manos, mientras sus lenguas, como desgarradas, juguetean en el entorno de labios calientes y carnosos, presurosos también, de esparcirse por senderos que los llevarán a un sexo húmedo ansioso, abierto y dispuesto. El silencio inunda el espacio, las miradas se cruzan, los brazos se extienden, respiraciones agitadas colman el lugar, y quejidos de éxtasis develan la intimidad de una pasión desbordada, donde sólo hay cabida para dos.
R & D
lunes, febrero 06, 2006
DISEÑADAS PARA VESTIR...ARRANCADAS PARA SENTIR
¡ Si esta falda hablara!, susurraba mi amiga Begoña mientras ordenaba su ropa y, como yo estaba a su lado, repliqué ¿Como quieres que la falda hable? si es tan sólo una prenda de vestir. Lo que desconocía es que esa falda, tipo gitana con encajes incrustados, y al igual que otras prendas, han sido mudos testigos de encuentros pasionales donde sin piedad alguna, son tirados o arrastrados por la fuerza del momento.
Compramos nuestra ropa poniendo lo mejor de si para elegir las más hermosas, que nos queden bien y ,si más aún, resaltan nuestros atractivos ¡ tanto mejor! Y... para que hablar de la lenceria: muchos encajes sofisticados, diseños y diminutos adornos que serán el complemento ideal de un cuerpo armonioso a la hora de lucir y sentir.
Begoña sigue calmadamente ordenando su ropa, como si quisiera que nada, ni nadie interrumpiera esos recuerdos que inundan su mente. Así es, visualizamos en su rostro sonrisas pícaras, suspiros profundos y, hasta un sutil oler de cada prenda que pasaba por sus manos. ¡ Es que no siempre tenemos la intimidad que quisiéramos! reclamaba, a veces el lugar y el tiempo son como las luces amarilla y roja de un semáforo que permanentemente titilan, como precaviendo situaciones que no quisiéramos lamentar.
Es por ello, agrega, que la ropa es cómplice silenciosa de encuentros furtivos, plagados de emociones en una desenfrenada carrera de pasión, donde las prendas - literalmente- vuelan; y así como los cuerpos se funden, colaless y slip;sostenes y camisetas; short y faldas se confunden diseminados en cualquier lugar, éstas no logran entender que, luego de haberse demorado tanto en comprarlas, eligiendo las más hermosas y protegidas en el closet, hoy están a la deriva... por ahí, no recordando, siquiera, si fueron sacadas con la delicadeza de manos femeninas o arrancadas a presión por las manos fuertes de un hombre ansioso. ¡ no quedaba otra! Por cada prenda que mi amiga coge, vuelve a exclamar ¡ si esta falda hablara! - es que cada una de ellas guarda un recuerdo- y, hasta, conserva el olor de ese mágico momento que, a la luz del día o con el crepúsculo del atardecer, forman parte del legado que celosamente atesora esta mujer. No contenta con el relato efectuado y, que he tratado de comprender, la seriedad se apoderada de su rostro y de sus ojos emergen suavemente gotitas como preámbulo de una voz femenina pero enérgica: Ellas(ropa interior) tienen impregnadas el olor a hombre, ese seductor aroma de macho ardiente, colaless que ya no tienen todos sus encajes, sostenes carentes de broches y más de un signo del éxtasis del placer pintado en ese bella falda hoy guardada en un closet pero, vigente siempre en las evocaciones de esta mujer, cuidadosa con su vestimenta pero atenta a desprenderse de ella,- como un árbol que se deshoja,- cuando se entrelace con un hombre capaz de sacar las hojas hasta sentir el aroma de mujer.
Compramos nuestra ropa poniendo lo mejor de si para elegir las más hermosas, que nos queden bien y ,si más aún, resaltan nuestros atractivos ¡ tanto mejor! Y... para que hablar de la lenceria: muchos encajes sofisticados, diseños y diminutos adornos que serán el complemento ideal de un cuerpo armonioso a la hora de lucir y sentir.
Begoña sigue calmadamente ordenando su ropa, como si quisiera que nada, ni nadie interrumpiera esos recuerdos que inundan su mente. Así es, visualizamos en su rostro sonrisas pícaras, suspiros profundos y, hasta un sutil oler de cada prenda que pasaba por sus manos. ¡ Es que no siempre tenemos la intimidad que quisiéramos! reclamaba, a veces el lugar y el tiempo son como las luces amarilla y roja de un semáforo que permanentemente titilan, como precaviendo situaciones que no quisiéramos lamentar.
Es por ello, agrega, que la ropa es cómplice silenciosa de encuentros furtivos, plagados de emociones en una desenfrenada carrera de pasión, donde las prendas - literalmente- vuelan; y así como los cuerpos se funden, colaless y slip;sostenes y camisetas; short y faldas se confunden diseminados en cualquier lugar, éstas no logran entender que, luego de haberse demorado tanto en comprarlas, eligiendo las más hermosas y protegidas en el closet, hoy están a la deriva... por ahí, no recordando, siquiera, si fueron sacadas con la delicadeza de manos femeninas o arrancadas a presión por las manos fuertes de un hombre ansioso. ¡ no quedaba otra! Por cada prenda que mi amiga coge, vuelve a exclamar ¡ si esta falda hablara! - es que cada una de ellas guarda un recuerdo- y, hasta, conserva el olor de ese mágico momento que, a la luz del día o con el crepúsculo del atardecer, forman parte del legado que celosamente atesora esta mujer. No contenta con el relato efectuado y, que he tratado de comprender, la seriedad se apoderada de su rostro y de sus ojos emergen suavemente gotitas como preámbulo de una voz femenina pero enérgica: Ellas(ropa interior) tienen impregnadas el olor a hombre, ese seductor aroma de macho ardiente, colaless que ya no tienen todos sus encajes, sostenes carentes de broches y más de un signo del éxtasis del placer pintado en ese bella falda hoy guardada en un closet pero, vigente siempre en las evocaciones de esta mujer, cuidadosa con su vestimenta pero atenta a desprenderse de ella,- como un árbol que se deshoja,- cuando se entrelace con un hombre capaz de sacar las hojas hasta sentir el aroma de mujer.
R&D
lunes, enero 30, 2006
MATICES... PARA AMAR
Que las mujeres somos distintas a los hombres... ¡que duda cabe!, no sólo en su anatomía, sino en sus más variadas expresiones y/o conductas que como tal, sustentamos. De pequeñas, como señalaba en el post GRITOS DE MUJER abrimos nuestros brazos para cuidar a nuestras hermanos y por cierto, a nuestras queridas muñecas. Es inherente a nosotras el dar afecto, preocuparnos y ya en un grado superior... amar cuando el conocimiento por el otro reviste altos niveles de interés y valoración por su persona.
-Según el diccionario amor es un sentimiento apasionado hacia otra persona de diferente sexo-.
Las experiencias y nuestro diario vivir nos muestran que el amor tiene matices y el amar se manifiesta también, entre personas del mismo sexo, por ejemplo: el amor a nuestras hijas- es mi caso- o el de padres que aman a sus hijos, siendo estos varones. Podríamos hablar largamente del tema, pasando incluso, por la doctrina de la IGLESIA, pero hoy no es el punto.
Me centraré en el amor de pareja, en los pequeños grandes detalles que hablan por sí, léxico muy propio de nosotras que lo traducimos todo a gestos de amor. Somos más abiertas a expresarnos y hasta con un gesto de innata coquetería o femeneidad ya nos estamos manifestando. Por cierto, no siempre somos comprendidas y hasta criticadas por excesos demostrativos, en fin... ¡somos mujeres y eso ya es un plus!. Se dice que nunca hay que entregar todo, que se debe guardar una cartita bajo la manga, consejos y sugerencias de nuestros antepasados, muy cautelosas y temerosas al momento de amar.
Hoy las cosas han cambiado y, si bien, tenemos un legado de enseñanzas, sustentamos como moraleja que el amor es un sentimiento puro y noble y por tanto, peligroso manosear el término y decir livianamemte TE AMO, ¡CUIDADO!, podemos herirnos mutuamemte y los resultados serán desastrozos. Creo que más importante que decir TE AMO, es manifestarlo con acciones. A lo largo de nuestra vida y con el devenir de las circunstancias, existen múltiples ocasiones en que tenemos la opción de decir cuanto le queremos, le amamos. Si nuestra pareja lo percibe... ¡QUE BIEN! porque se esta nutriendo y, nosotras, estamos entregando lo más genuino de nuestro ser.
-Según el diccionario amor es un sentimiento apasionado hacia otra persona de diferente sexo-.
Las experiencias y nuestro diario vivir nos muestran que el amor tiene matices y el amar se manifiesta también, entre personas del mismo sexo, por ejemplo: el amor a nuestras hijas- es mi caso- o el de padres que aman a sus hijos, siendo estos varones. Podríamos hablar largamente del tema, pasando incluso, por la doctrina de la IGLESIA, pero hoy no es el punto.
Me centraré en el amor de pareja, en los pequeños grandes detalles que hablan por sí, léxico muy propio de nosotras que lo traducimos todo a gestos de amor. Somos más abiertas a expresarnos y hasta con un gesto de innata coquetería o femeneidad ya nos estamos manifestando. Por cierto, no siempre somos comprendidas y hasta criticadas por excesos demostrativos, en fin... ¡somos mujeres y eso ya es un plus!. Se dice que nunca hay que entregar todo, que se debe guardar una cartita bajo la manga, consejos y sugerencias de nuestros antepasados, muy cautelosas y temerosas al momento de amar.
Hoy las cosas han cambiado y, si bien, tenemos un legado de enseñanzas, sustentamos como moraleja que el amor es un sentimiento puro y noble y por tanto, peligroso manosear el término y decir livianamemte TE AMO, ¡CUIDADO!, podemos herirnos mutuamemte y los resultados serán desastrozos. Creo que más importante que decir TE AMO, es manifestarlo con acciones. A lo largo de nuestra vida y con el devenir de las circunstancias, existen múltiples ocasiones en que tenemos la opción de decir cuanto le queremos, le amamos. Si nuestra pareja lo percibe... ¡QUE BIEN! porque se esta nutriendo y, nosotras, estamos entregando lo más genuino de nuestro ser.
Concluyo expresando que el amar tiene como aliado permanente el RESPETO y que si bien nuestra pareja no manifiesta abiertamente su complacencia, es por su particular estilo de sentir, por ser quien es y como siente, lo amamos de verdad, sin imposiciones sin ánimo de cambiarlo, sólo nos cobijamos en la mesura e inteligencia de quienes fuimos concebidas para AMAR.
R & D
viernes, enero 27, 2006
SEXO A PRESIÓN
¡Me niegan la sal y el agua!, se quejaba angustiada MARIBEL, una amiga de unos 45 años casada por más de 20. Pero, ¿cómo? le pregunto ¿tu marido te niega las comidas o no paga las cuentas? NO, peor que eso replica... Como no tenemos una vida sexual por muchos años, el ahora se desquita diciéndome que si no le doy sexo me quitará la sal y el agua más todas las regalías que me brindaba. Llora constantemente porque ella no lo ama, ni siente nada por él y, por esa razón, no puede tener sexo sin desearlo, porque, para que exista una buena relación no basta una simple calentura, más aún, si la convivencia entre ambos es cada vez peor. Si bien es cierto, la sexualidad hay que saber vivirla, el sexo hay que saber disfrutarlo y, por muchas fantasías que pudiesen nacer no está el pilar que debe sustentar un buen coito. - YA TODO SE ACABO- replica MARIBEL falta poco para arañarnos y destruirnos más ¿Podré entregar mi cuerpo y mi alma a un hombre que me ofende siempre? o ¿ es que su actitud irascible cambiaría por un simple trueque, donde el objeto intercambiado se llama sexo?
Esta es una historia real que a menudo le sucede a las mujeres, donde muchas por mantener sus buenas condiciones económicas de vida, desnudan su cuerpo pero, tapan su vista y silencian los sentidos presas del dolor que les causa transar un plato de comida, de ésta manera.
Esta es una historia real que a menudo le sucede a las mujeres, donde muchas por mantener sus buenas condiciones económicas de vida, desnudan su cuerpo pero, tapan su vista y silencian los sentidos presas del dolor que les causa transar un plato de comida, de ésta manera.
R & D
miércoles, enero 18, 2006
GRITOS DE MUJER
Desde pequeñas asumimos nuestro rol de mamás virtuales cuidando a nuestros hermanos menores, ayudando en los quehaceres de la casa y, nos preocupamos de que nuestras muñecas esten bien vestidas y peinadas. Queremos y protejemos a los nuestros: familia, amistades, compañeros de trabajo, en fin, la sensibilidad es inherente a la mujer.
Crecimos, nos desarrollamos y con el devenir del tiempo y las circunstancias nos casamos; asumimos, entonces, el rol de dueñas de casa sin horarios ni límites, siempre atentas a que nada falle. La mamá siempre dispuesta y atenta a las necesidades de los hijos; cuando pequeños, cuidamos sus pasos; de grandes, abrimos nuestros brazos para estrechar a esos hombres y/o mujeres que un día fueron niños. Y... como olvidarnos del marido, cuidamos de él y, desde nuestra responsabilidad de esposa y dueña de casa, procuramos que se sienta cómodo en el hogar rodeado del afecto de la familia.
Somos como un árbol frondozo y_ aunque no siempre es regado_ florece y da frutos de acuerdo al ciclo de la naturaleza. Hasta ahi, todo bien, así es, asi debe ser. Como mujeres, sabemos y estamos dispuestas a dar amor, pero también, necesitamos y queremos sentirnos amadas. El afecto de los hijos lo tenemos a diario, el amor del esposo también, su preocupación es notoria porque, en conjunto, procuramos que no falte nada en el hogar. Sin embargo, siento e interpreto a muchas mujeres que, con el correr del tiempo y las responsabilidades, olvidaron lo que es un beso apasionado, su cuerpo ya no se estremece con la mano firme del hombre ansioso por acariciarla, ni menos, perciben el deseo incontrolable de ser poseída. La pasión es tema del pasado y la líbido de la hembra se ha estancado, sin desconocer que no está dormida, sólo abriga con ansias que el hombre la haga despertar del letargo, porque, nosotras, tenemos mucho más que entregar...
Crecimos, nos desarrollamos y con el devenir del tiempo y las circunstancias nos casamos; asumimos, entonces, el rol de dueñas de casa sin horarios ni límites, siempre atentas a que nada falle. La mamá siempre dispuesta y atenta a las necesidades de los hijos; cuando pequeños, cuidamos sus pasos; de grandes, abrimos nuestros brazos para estrechar a esos hombres y/o mujeres que un día fueron niños. Y... como olvidarnos del marido, cuidamos de él y, desde nuestra responsabilidad de esposa y dueña de casa, procuramos que se sienta cómodo en el hogar rodeado del afecto de la familia.
Somos como un árbol frondozo y_ aunque no siempre es regado_ florece y da frutos de acuerdo al ciclo de la naturaleza. Hasta ahi, todo bien, así es, asi debe ser. Como mujeres, sabemos y estamos dispuestas a dar amor, pero también, necesitamos y queremos sentirnos amadas. El afecto de los hijos lo tenemos a diario, el amor del esposo también, su preocupación es notoria porque, en conjunto, procuramos que no falte nada en el hogar. Sin embargo, siento e interpreto a muchas mujeres que, con el correr del tiempo y las responsabilidades, olvidaron lo que es un beso apasionado, su cuerpo ya no se estremece con la mano firme del hombre ansioso por acariciarla, ni menos, perciben el deseo incontrolable de ser poseída. La pasión es tema del pasado y la líbido de la hembra se ha estancado, sin desconocer que no está dormida, sólo abriga con ansias que el hombre la haga despertar del letargo, porque, nosotras, tenemos mucho más que entregar...
domingo, enero 08, 2006
MUJERES . . . TODAS
¿ Qué tiene ella que no tenga yo? Replicaba una amiga al escuchar los coqueteos de su marido frente a otras mujeres. Y, en verdad no deja de tener razón, todas las mujeres tenemos lo mismo, sólo con diferentes dimensiones y, a la vista de los hombres por Dios que es importante y, por cierto, marca la diferencia entre unas y otras. Hasta aquí, podemos decir que estamos de acuerdo: el aspecto físico está marcado permanentemente ante las vivaces miradas de los machos. Pero, también, en otras áreas de la vida cotidiana, específicamente en el plano laboral, es fuerte el contraste entre mujeres jóvenes, maduras y con vasta experiencia. Sin embargo, esta discriminación no sólo afecta a la mujer, también a los hombres. Por cierto, y como no soy feminista y estoy consiente de la importancia de la integración en una sociedad moderna, reitero que el “que tiene ella que no tenga yo” corre también para los varones. Hoy hablaré de nosotras, varias colegas comunicadoras, todas con más de 40 y 50 años en el cuerpo, pero con vasta experiencia que, justamente, te da la trayectoria de los años en el ejercicio de la profesión tenemos una causa común: estar sin trabajo por varios años, llegando incluso, a pensar en colgar nuestros títulos y desempeñarnos, como se dice, en cualquier cosa. Frente a esta cruda realidad nos preguntamos ¿ es que en el país ya no se requieren comunicadores? o ¿las nuevas empresas públicas o privadas no necesitan de los periodistas para difundir sus programas? Que duda cabe..... el rol de los comunicadores es fundamental, sólo que las puertas están abiertas a jóvenes que vienen cargadas de energía y avances tecnológicos para debutar en el medio, lo que obviamente, no esta mal, pero están carentes, por cierto de la experiencia que solamente los años te brindan. Preciso, no puedo estar en contra de que emerjan nuevas generaciones, es la ley de la vida, pero que no se desconozca que quienes cruzamos la barrera de los 45 a 50 años somos un aporte, tal vez, no con la figura de los 25 y tantos pero, con la sabiduría que te da la escuela d e la vida y la trayectoria que alguna vez , pusimos al servicio del país.
R & D
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