lunes, enero 30, 2006

MATICES... PARA AMAR


Que las mujeres somos distintas a los hombres... ¡que duda cabe!, no sólo en su anatomía, sino en sus más variadas expresiones y/o conductas que como tal, sustentamos. De pequeñas, como señalaba en el post GRITOS DE MUJER abrimos nuestros brazos para cuidar a nuestras hermanos y por cierto, a nuestras queridas muñecas. Es inherente a nosotras el dar afecto, preocuparnos y ya en un grado superior... amar cuando el conocimiento por el otro reviste altos niveles de interés y valoración por su persona.

-Según el diccionario amor es un sentimiento apasionado hacia otra persona de diferente sexo-.
Las experiencias y nuestro diario vivir nos muestran que el amor tiene matices y el amar se manifiesta también, entre personas del mismo sexo, por ejemplo: el amor a nuestras hijas- es mi caso- o el de padres que aman a sus hijos, siendo estos varones. Podríamos hablar largamente del tema, pasando incluso, por la doctrina de la IGLESIA, pero hoy no es el punto.

Me centraré en el amor de pareja, en los pequeños grandes detalles que hablan por sí, léxico muy propio de nosotras que lo traducimos todo a gestos de amor. Somos más abiertas a expresarnos y hasta con un gesto de innata coquetería o femeneidad ya nos estamos manifestando. Por cierto, no siempre somos comprendidas y hasta criticadas por excesos demostrativos, en fin... ¡somos mujeres y eso ya es un plus!. Se dice que nunca hay que entregar todo, que se debe guardar una cartita bajo la manga, consejos y sugerencias de nuestros antepasados, muy cautelosas y temerosas al momento de amar.

Hoy las cosas han cambiado y, si bien, tenemos un legado de enseñanzas, sustentamos como moraleja que el amor es un sentimiento puro y noble y por tanto, peligroso manosear el término y decir livianamemte TE AMO, ¡CUIDADO!, podemos herirnos mutuamemte y los resultados serán desastrozos. Creo que más importante que decir TE AMO, es manifestarlo con acciones. A lo largo de nuestra vida y con el devenir de las circunstancias, existen múltiples ocasiones en que tenemos la opción de decir cuanto le queremos, le amamos. Si nuestra pareja lo percibe... ¡QUE BIEN! porque se esta nutriendo y, nosotras, estamos entregando lo más genuino de nuestro ser.

Concluyo expresando que el amar tiene como aliado permanente el RESPETO y que si bien nuestra pareja no manifiesta abiertamente su complacencia, es por su particular estilo de sentir, por ser quien es y como siente, lo amamos de verdad, sin imposiciones sin ánimo de cambiarlo, sólo nos cobijamos en la mesura e inteligencia de quienes fuimos concebidas para AMAR.

R & D

viernes, enero 27, 2006

SEXO A PRESIÓN

¡Me niegan la sal y el agua!, se quejaba angustiada MARIBEL, una amiga de unos 45 años casada por más de 20. Pero, ¿cómo? le pregunto ¿tu marido te niega las comidas o no paga las cuentas? NO, peor que eso replica... Como no tenemos una vida sexual por muchos años, el ahora se desquita diciéndome que si no le doy sexo me quitará la sal y el agua más todas las regalías que me brindaba. Llora constantemente porque ella no lo ama, ni siente nada por él y, por esa razón, no puede tener sexo sin desearlo, porque, para que exista una buena relación no basta una simple calentura, más aún, si la convivencia entre ambos es cada vez peor. Si bien es cierto, la sexualidad hay que saber vivirla, el sexo hay que saber disfrutarlo y, por muchas fantasías que pudiesen nacer no está el pilar que debe sustentar un buen coito. - YA TODO SE ACABO- replica MARIBEL falta poco para arañarnos y destruirnos más ¿Podré entregar mi cuerpo y mi alma a un hombre que me ofende siempre? o ¿ es que su actitud irascible cambiaría por un simple trueque, donde el objeto intercambiado se llama sexo?

Esta es una historia real que a menudo le sucede a las mujeres, donde muchas por mantener sus buenas condiciones económicas de vida, desnudan su cuerpo pero, tapan su vista y silencian los sentidos presas del dolor que les causa transar un plato de comida, de ésta manera.

R & D

miércoles, enero 18, 2006

GRITOS DE MUJER

Desde pequeñas asumimos nuestro rol de mamás virtuales cuidando a nuestros hermanos menores, ayudando en los quehaceres de la casa y, nos preocupamos de que nuestras muñecas esten bien vestidas y peinadas. Queremos y protejemos a los nuestros: familia, amistades, compañeros de trabajo, en fin, la sensibilidad es inherente a la mujer.

Crecimos, nos desarrollamos y con el devenir del tiempo y las circunstancias nos casamos; asumimos, entonces, el rol de dueñas de casa sin horarios ni límites, siempre atentas a que nada falle. La mamá siempre dispuesta y atenta a las necesidades de los hijos; cuando pequeños, cuidamos sus pasos; de grandes, abrimos nuestros brazos para estrechar a esos hombres y/o mujeres que un día fueron niños. Y... como olvidarnos del marido, cuidamos de él y, desde nuestra responsabilidad de esposa y dueña de casa, procuramos que se sienta cómodo en el hogar rodeado del afecto de la familia.

Somos como un árbol frondozo y_ aunque no siempre es regado_ florece y da frutos de acuerdo al ciclo de la naturaleza. Hasta ahi, todo bien, así es, asi debe ser. Como mujeres, sabemos y estamos dispuestas a dar amor, pero también, necesitamos y queremos sentirnos amadas. El afecto de los hijos lo tenemos a diario, el amor del esposo también, su preocupación es notoria porque, en conjunto, procuramos que no falte nada en el hogar. Sin embargo, siento e interpreto a muchas mujeres que, con el correr del tiempo y las responsabilidades, olvidaron lo que es un beso apasionado, su cuerpo ya no se estremece con la mano firme del hombre ansioso por acariciarla, ni menos, perciben el deseo incontrolable de ser poseída. La pasión es tema del pasado y la líbido de la hembra se ha estancado, sin desconocer que no está dormida, sólo abriga con ansias que el hombre la haga despertar del letargo, porque, nosotras, tenemos mucho más que entregar...


R & D

domingo, enero 08, 2006

MUJERES . . . TODAS


¿ Qué tiene ella que no tenga yo? Replicaba una amiga al escuchar los coqueteos de su marido frente a otras mujeres. Y, en verdad no deja de tener razón, todas las mujeres tenemos lo mismo, sólo con diferentes dimensiones y, a la vista de los hombres por Dios que es importante y, por cierto, marca la diferencia entre unas y otras. Hasta aquí, podemos decir que estamos de acuerdo: el aspecto físico está marcado permanentemente ante las vivaces miradas de los machos. Pero, también, en otras áreas de la vida cotidiana, específicamente en el plano laboral, es fuerte el contraste entre mujeres jóvenes, maduras y con vasta experiencia. Sin embargo, esta discriminación no sólo afecta a la mujer, también a los hombres. Por cierto, y como no soy feminista y estoy consiente de la importancia de la integración en una sociedad moderna, reitero que el “que tiene ella que no tenga yo” corre también para los varones. Hoy hablaré de nosotras, varias colegas comunicadoras, todas con más de 40 y 50 años en el cuerpo, pero con vasta experiencia que, justamente, te da la trayectoria de los años en el ejercicio de la profesión tenemos una causa común: estar sin trabajo por varios años, llegando incluso, a pensar en colgar nuestros títulos y desempeñarnos, como se dice, en cualquier cosa. Frente a esta cruda realidad nos preguntamos ¿ es que en el país ya no se requieren comunicadores? o ¿las nuevas empresas públicas o privadas no necesitan de los periodistas para difundir sus programas? Que duda cabe..... el rol de los comunicadores es fundamental, sólo que las puertas están abiertas a jóvenes que vienen cargadas de energía y avances tecnológicos para debutar en el medio, lo que obviamente, no esta mal, pero están carentes, por cierto de la experiencia que solamente los años te brindan. Preciso, no puedo estar en contra de que emerjan nuevas generaciones, es la ley de la vida, pero que no se desconozca que quienes cruzamos la barrera de los 45 a 50 años somos un aporte, tal vez, no con la figura de los 25 y tantos pero, con la sabiduría que te da la escuela d e la vida y la trayectoria que alguna vez , pusimos al servicio del país.

R & D